miércoles, 4 de septiembre de 2013

INTRODUCCIÓN.

                   Jesús no vino a fundar una nueva religión y, sin embargo, una nueva religión, el cristianismo, se fundó en su nombre, o, mejor dicho, en su memoria. En esta sección indagaremos en el modo como empezó todo. La fe en Jesús era central para el nuevo movimiento desde sus comienzos, desde los días y años oscuros que siguieron a su muerte. Irónicamente, en este punto es donde comienza la historia o el relato, es decir, con la muerte de Jesús. Jesús era un judío que nació en los últimos años del reinado de Herodes, en algún momento anterior al año 4 a.C. Murió como un delincuente a manos del gobernador romano de la provincia de Judea, Poncio Pilato. Como en el caso de su nacimiento, sólo podemos establecer de forma aproximada la fecha de su muerte; probablemente moriría al principio de los pocos años que duró la administración de Pilato, es decir, en torno a los años 26-29 d.C. Desde entonces las cuestiones dominantes han sido: "¿Qué ocurrió?" y "¿por qué?". Pero no son nada fáciles de responder.

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