jueves, 31 de julio de 2014

La colecta para Jerusalén y la carta a los Romanos (58-59 d.C).

                   CARTA A LOS ROMANOS.
              1ª CARTA A LOS CORINTIOS. 
              2 CARTA A LOS CORINTIOS. 
              CARTA A LOS GÁLATAS.

              Uno de los aspectos que más se han pasado por alto en el estudio de la misión egea de Pablo es la colecta para Jerusalén. Se habla de ella en 1 Cor 16,1-3, Gál 2,10, 2 Cor 8-9 y Rom 15. Según parece, era un proyecto que Pablo había lanzado desde el comienzo de su misión egea, pues constituía uno de los puntos del acuerdo alcanzado con Pedro y Santiago en la asamblea de Jerusalén (Gál 2,10). Al principio parece que tenía la esperanza de que las iglesias gálatas y, tal vez, otras de Asia participarían en ella (1 Cor 16,1). Sin embargo, en la época en que se produce la reconciliación con Corinto (Carta D) pareace que solamente habían colaborado las iglesias de Macedonia y Acaya (2 Cor 8,1; cf. Rom 15,26).

Carta D  2 Cor 1-7: La carta de reconciliación con la que Pablo prepara su última visita a Corinto, en la que llevará a cabo la colecta para Jerusalén [No considero que 6,14-7,1 sea una interpolación o un fragmento de una Carta A perdida, sino que forma parte integral de la argumentación de 2 Cor 1-7]. Fue escrita desde Filipos (57-58 d.C.); el emisario fue Tito (o, posiblemente Timoteo).

                   
                 Podemos conjeturar que su decisión de dejar Éfeso se precipitó, al menos en parte, por la frustración debida al fracaso de la colecta.

                 Corinto sería su base para reunir la colecta final y también para organizar su viaje a Roma y a España. Escribiendo desde Corinto en torno al año 58, explicaba sus planes en la que sería su última carta, la carta a los Romanos:

Rom 15,23-29 "23ahora, en cambio, no tengo yo campo de acción en estas regiones, y como hace muchos años que siento muchas ganas de haceros una visita, 24de paso para España..., porque espero veros al pasar y que vosotros me facilitéis el viaje; aunque primero tengo que disfrutar un poco de vuestra compañía.
          25Por el momento me dirijo a Jerusalén, prestando un servicio a los consagrados; 26porque Macedonia y Grecia han decidido dar una muestra de solidaridad a los pobres entre los consagrados de Jerusalén. 27Lo han decidido, sí, y de hecho se lo deben, porque si los demás pueblos han compartido sus bienes espirituales, les deben a su vez una ayuda en lo material.
         28Concluido este asunto y entregado el producto de la colecta, saldré para España pasando por vuestra ciudad, 29y sé que mi ida ahí cuenta con la plena bendición de Cristo." (Traducción de la Nueva Biblia Española).

                 Pablo quería que los representantes de cada una de las ciudades se reunieran en Corinto para llevar el don de sus iglesias respectivas a los líderes del movimiento de Jesús en Jerusalén. Desde hacía tiempo, Pablo deseaba ver la cara que pondría Santiago al ver a todas las congregaciones gentiles presentando el dinero que habían recogido. Dada la función simbólica del dinero y el patronazgo, como ya hemos visto en otras partes de la actividad misionera de Pablo, el hecho de que Santiago aceptara la colecta constituía una aceptación tácita de la misión de Pablo y de sus iglesias gentiles.


   

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