jueves, 2 de enero de 2014

La trayectoria de Jerusalén.

             El mismo Pablo conocía, con toda seguridad, las congregaciones del movimiento de Jesús que vivían en Jerusalén (Rom 15,26 []; 1 Cor 16,3 [ , ]; Gál 1,18; 2,1[ , , ]) y Judea (Gál 1,22 ). Nos cuenta que durante los diez años posteriores al a crucifixión, Santiago, el hermano de Jesús, fue el personaje central en Jerusalén junto con Pedro (Cefas) y Juan (Gál 1,18-19; 2,9 [http://www.cartaalosgalatasindice.blogspot.com.es/]). Este Santiago juega también un papel relevante en la última mitad del libro de los Hechos (12,17; 15,13 [http://www.hechosdelosapostolesindice.blogspot.com.es/]), y a él se le atribuye habitualmente la Carta de Santiago que encontramos en el Nuevo Testamento. Según Josefo, Santiago siguió en Jerusalén hasta el año 62 d.C., cuando el creciente sentimiento revolucionario contribuyó a que se le arrestara y fuera ejecutado [Josefo, Antigüedades 20,200]. Pablo describe el movimiento judío de Jesús con una terminología todavía muy judía, con una clara división entre los partidarios más exigentes de una estricta observancia judía y aquellos que no eran tanto (Gál 2,4-7.12-13 [http://www.cartaalosgalatasindice.blogspot.com.es/]). En Hechos también podemos observar estas tensiones (Hch 11,1; 15,1 [http://www.hechosdelosapostolesindice.blogspot.com.es/]), pero presenta a Pedro y Santiago con una actitud más moderada (Hch 15,6.13 [http://www.hechosdelosapostolesindice.blogspot.com.es/]). Aún así, Pablo deja totalmente claro que el grupo de Jerusalén consideraba que su responsabilidad fundamental era predicar a otros judíos, bien en Judea o en otras partes (Gál 2,8.13 [http://www.cartaalosgalatasindice.blogspot.com.es/]).

              Estas veladas informaciones procedentes de Pablo, Hechos y el evangelio de Mateo nos sugieren que existieron varias ramas diferentes de la secta judía de Jesús en Palestina durante el período anterior a la primera revuelta (66-74 d.C). Sin embargo, no se ha conservado ningún documento de estos grupos primitivos. ¿De quién consiguió Pablo el conocimiento de la tradición oral de la Cena y la Pasión del Señor? Tal vez de Pedro y Santiago. ¿Qué podemos decir sobre las enseñanzas de Jesús? Pablo conoce unos pocos "dichos del Señor", pero, al parecer, no sabe nada de sus milagros [Es objeto de debate el número de dichos que Pablo conocía y por qué fuente llegaron a él, dado que hay frecuentes variantes en la redacción. Sin embargo, resulta sorprendente que Pablo no mencionara ningún milagro realizado por Jesús. Los "dichos" clave se encuentran en 1 Cor 7,10-11; 9,14; 11,23-24 (la cena del Señor); y 1 Tes 4,16-17. Alusiones (o "ecos") menos directas podrían también encontrarse en Rom 12,14.17 y 1 Tes 5,1. . Helmut Koester, ANcient Christian Gospels, Trinity Press International, Harrisburg 1990, pp. 52-54; Calvin Roetzel, The Letters of Paul: Consersations in Context, John Knox, Atlanta 1982, pp. 45-46; David L. Dungan, The Sayings of Jesus in the Church of Paul, Fortress, Filadelfia 1971].



           Parece que las tradiciones orales sobre Jesús circularon, más bien, abiertamente y con cierto grado de fluidez. En ocasiones se les denomina el kerygma más primitivo, es decir, "la proclamación más básica y fundamental" sobre Jesús. Estos materiales se conservaron mediante la repetición, la narración y la predicación, pero se estructuraron y configuraron de diferentes formas en las comunidades individuales de acuerdo con su contexto social.

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