Incluso el mismo libro de los Hechos llama la atención sobre el hecho de que aún no se habían desarrollado ciertas ideas en los estadios más antiguos del movimiento. Por ejemplo, en Hch 11,26 se nos dice: "lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Vivieron un año entero con
aquella comunidad instruyendo a una multitud considerable, y fue en
Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados
"cristianos". En griego, christianoi. Ahora bien, ¿qué nos dice este comentario? El significado más evidente es que el término principal con el que actualmente denominamos al movimiento fue conocido o utilizado muchos años después de que éste comenzara. Y el término no apareció en Galilea ni en Jerusalén o en Judea, donde Jesús había vivido y muerto y donde incluso el mismo libro de los Hechos dice que comenzó. En su lugar, el término "cristiano" se utilizó por primera vez en Antioquía, la capital de la provincia romana de Siria, una ciudad totalmente griega. Tampoco está claro cuándo surgió este nombre. Podría fácilmente haber surgido unos cuarenta o cincuenta años, o más, después de la muerte de Jesús. El misionero Pablo, que vivió y trabajó en Antioquía durante algún tiempo (Gál 1,21-2,14 [ 18-24., Carta a los Gálatas. Primera visita a Jerusalén. 1 1-10., Carta a los Gálatas. Segunda visita a Jerusalén. 2 11-21., Carta a los Gálatas. Incidente con Pedro. 2 ]), nunca utilizó este término; tampoco aparece en ninguna otra fuente, cristiana o no, antes de la época en la que se redactaron los Hechos. Finalmente, el sustantivo derivado "cristianismo" (christianismos), en cuanto designación de la misma religión, no aparece antes de los años 112-115, curiosamente también en relación con Antioquía [Nuestra fuente en este punto se encuentra en Ignacio, obispo de Antioquía, que escribió cartas a las iglesias de Asia Menor y Roma mientras se encontraba de camino para sufrir su muerte martirial en Roma. Sobre su utilización del término christianismos, cf. Magn. 10,1-3, donde lo pone al lado de "judaísmo" (ioudaismos).]
Por consiguiente, ¿cómo se denominaron los seguidores de Jesús durante aquellas primeras décadas en las que aún no se había acuñado el término "cristiano"? Lo más probable es que se consideraran sencillamente devotos o fieles judíos. Otros nombres que encontramos en los primeros capítulos de Hechos, como, por ejemplo, "el camino" (Hch 9,2 1-30., el perseguidor por antonomasia. Hch 9, Hechos de los Apóstoles. Saulo. Crisis de Saulo; 19,23 1., 23-20, Hechos de los Apóstoles. Éfeso. La apologética judía irrita a los paganos. Hch 19), encajan con una identidad judía sectaria (Hch 24,14 20-27., ante el gobernador Félix. Hch 24, Hechos de los Apóstoles. Segunda apología de Pablo); algunos utilizaban la expresión "secta de los nazarenos" [Especialmente en Hch 24,5.14; 28,22, mientras que Hch 5,17 y 15,5 utilizan el término hairesis para referirse a las "sectas" de los saduceos y los fariseos, respectivamente (cf. Hch 26,5). Josefo emplea el mismo término para referirse a los fariseos, los saduceos y los esenios en Antigüedades 13.171-173 y en la guerra de los judíos 2.119-166], Incluso el término "iglesia" en griego, ekklesia, "asamblea" o "reunión"; Hch 8,3; 9,11; 11,22.26), que se aplicaba a los consejos de las ciudades griegas, fue también utilizado habitualmente por los judíos grecoparlantes para referirse al pueblo judío en su totalidad o a las congregaciones judías individuales. Por lo tanto, "iglesia" (griego, ekklesia) y "sinagoga" (griego, synagoge) eran originalmente sinónimos.
Así pues, al examinar otra vez el nuevo término tan peculiar de "cristianos" (christianoi) hemos de preguntarnos por su significado y su procedencia. El término procede claramente del sustantivo christos, que es la traducción griega literal del título hebreo messiah. Ya hemos visto que su invención se debió a un desplazamiento cultural hacia un ambiente grecoparlante. Sin embargo, la terminación -ianos (plural, -ianoi) parece proceder del latín (-ianus; plural, -iani). Este sufijo se utilizaba para designar a los seguidores de un determinado líder o bando, o a quienes nosotros llamaríamos partidarios. En este sentido, nos encontramos con términos como caesariani o pompeiani, es decir, los partidarios de Julio César o de Pompeyo en la guerra civil. En la parte oriental del Imperio romano, este sufijo se integró directamente en el uso griego; así, a los partidarios de Herodes se les llamaba herodianoi ("herodianos"), como observamos en Josefo [Antigüedades Judías 14.15] y los evangeliios (Mt 22,16 15-22., Evangelio de Mateo. Tributo al César. 22; Mc 12,13 17., 27-12, Evangelio de Marcos. Los dirigentes discuten la autoridad de Jesús. 11 ). Por consiguiente, el nuevo término christianoi significa "partidarios o defensores de Cristo".
Sin embargo, el sufijo -ianus tenía, por lo común, una connotación política, por lo que los especialistas piensan que no fue acuñado por los mismos cristianos, sino, más bien, por los funcionarios romanos de ciudades griegas como Antioquía, quienes lo utilizaban en sentido despectivo. Era una calumnia que lanzaban a los seguidores de Jesús los que no pertenecían al movimiento. Así pues, no queda claro si inicialmente se pretendía catalogarlos como "el partido de Jesús que es llamado el Cristo" o simplemente como "el partido que se adhiere a, o sostiene, un mesianismo". Sólo mucho tiempo después se revalorizaría esta calumnia como señal de honor y se adoptaría como el nuevo nombre del movimiento.
Este cambio indica otro importante desplazamiento en el contexto cultural y la autocomprensión de los seguidores de Jesús.
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